Así trabajamos en off-lines: de la idea al vídeo final
Mucha gente nos escribe sin tener ni idea de por dónde empezar. Tienen claro que quieren un vídeo, pero no saben cómo explicarlo o qué necesitan exactamente. Y eso es normal. Por eso, en off-lines tenemos un proceso sencillo pero efectivo para que todo fluya, sin líos ni rodeos.
1. Hablamos
Lo primero siempre es charlar. Nos cuentas tu idea, tu marca, lo que haces, lo que quieres transmitir… aunque aún no tengas nada muy definido. Nosotros nos encargamos de darle forma. A veces basta una llamada, otras una reunión rápida con café.
2. Bajamos a tierra
Con lo que nos has contado, armamos una propuesta: tipo de vídeo, enfoque, estructura, posibles localizaciones, duración, estilo visual… No nos gusta lo genérico. Cada proyecto tiene que respirar lo que tú eres. Aquí definimos lo que vamos a contar y cómo.
3. Rodamos
Grabamos con equipo profesional y cuidamos cada detalle. No somos de vídeos artificiales ni planos por rellenar. Buscamos capturar momentos reales, potentes, con estética pero sin postureo vacío. Rodamos rápido, pero sin prisas.
4. Montamos
Aquí empieza la magia. Elegimos lo mejor, damos ritmo, buscamos el tono que encaje contigo. Música, voz, color, estructura... Editamos hasta que el vídeo transmite lo que tiene que transmitir. Y si algo no cuadra, lo volvemos a tocar.
5. Te lo damos listo para usar
Te entregamos el vídeo en todos los formatos que necesites: Instagram, web, reels, stories, YouTube… sin complicaciones. Todo pensado para que puedas publicarlo ya y empiece a trabajar por ti.
Nos gusta que trabajar contigo sea fácil, rápido y con buen rollo. Pero sobre todo, que el resultado funcione y diga algo. Si estás buscando a alguien que entienda lo que quieres contar y sepa cómo contarlo bien, estás en el sitio correcto.